VAN A BAILAR

VAN A BAILAR

Mutantes vagan por nuestras calles. Se arrancan los huesos y hacen música con ellos. Se arrancan la propia calavera para hacerla sonreír. Y el ocaso bendice todo este desenfreno.

Levantan sus faldas, levantan las faldas ajenas. Se han arrancado los dientes y las uñas también. Por las largas avenidas los han sembrado. Y de sus dientes han crecido puertas, de sus uñas montañas y de sus pasos cactus que bailan y enseñan a mirar con el viento.

Mutantes, enloquecidos, enamorados. Han cocinado su propio corazón y no lo venden, no lo regalan, lo comparten.

Quieren verse como espejos quebrados con el próximo amanecer, para que su yo se disuelva. Quieren abrazar al mundo y con ese abrazo renacer.

Quieren cantar y que su canto se perciba con los ojos y el tacto. Quieren sentarse sobre el huevo gigante que puso una mujer para empollar en él una nueva era.

Van a bailar y van a enloquecerte.

Ahora el silencio.

PROMETEMOS EL APOCALIPSIS

¿Que hacer? ¿Qué decir?

Ya las manos nos han partido, ya los ojos nos han partido, ya los huesos nos han partido con rumbo a otra dimensión. Más valdría imitarlos. Más valdría dejar partir el alma como se deja partir el intestino.

Una nueva luna viene hacia acá. Lavamos en los ríos nuestras carnes. Prometemos el Apocalipsis. Vamos a construir un pájaro, un solo y gigante pájaro que se encargue de hacer delirar a todita ésta realidad. Y que las maquinas se derritan. Y que los ojos se nos hagan de chocolate y que los amantes y las amantes nos los coman si no es que han partido ya ellos también.

Habrá quien nos clave su daga y nos abra nuevos ojos y nos regale nuevos corazones. No faltará el que baile sobre nuestra alma para lavarla también en los ríos o en los mares.

Otro sol saldrá de nuestras bocas. Otras vidas. Otras formas de empezar lo que nunca ha terminado.

Ya verán, ya veremos.

Pablo Arce y Sereno Chuyma

DELIRANTES

Pablo Arce y Sereno Chuyma

DELIRANTES