Invoca una terrible maldición sobre una institución maligna.
Una táctica adoptada de los brujos malayos: envía a la empresa un paquete que contenga una botella, taponada y sellada con cera negra. Dentro: insectos muertos, escorpiones, lagartos o similares; una bolsa que contenga tierra de tumba ("gris-gris" en la terminología vudú americana) además de otras substancias nocivas; un huevo acribillado de clavos de hierro y alfileres; un pergamino con un emblema dibujado
(Este yantra o veve invoca al Djinn Negro, la sombra oscura del yo).
Una nota adjunta explica que el conjuro se manda contra la institución y no contra los individuos; pero a menos que la propia institución deje de ser maligna, la maldición (como un espejo) empezará a infectar la sede de mala suerte, de una miasma de negatividad. Prepara una "nota de prensa" explicando la maldición y reivindicándola en nombre de la Sociedad General de Autores. Envía copias de este texto a todos los empleados de la institución y a medios de comunicación seleccionados. La noche antes de que estas misivas lleguen, pega fotocopias del emblema del Djinn Negro por toda la sede de la institución, donde puedan ser vistos por los empleados que lleguen a trabajar la mañana siguiente.
(Gracias a Abu Jehad una vez más, y a Sri Anamananda -moro castellano de la torre meteorológica de Belvedere- y demás camaradas de la Zona Autónoma de Central Park y del Templo de Brooklyn Número 1)
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