martes, 11 de septiembre de 2007

El Banquete


El Banquete


I

Sócrates, Diotime y Agathón





Sócrates: Mi corazón magenta Divide los sexos


Diotime: Mi corazón sabio

Sabe que te busco entre las flores

Eros el más bello entre los dioses

Hace leña de los cuerpos tendidos


Agathón: Amor: animales que tosen

Y caminan en círculos


Sócrates: Demonio sumiso de la entrepierna


Diotime: Corazón

Mujer espectro

Túnica de espejos


Socrates: Vestido gris

Catafalco que cargo en las transmigraciones del alma

Corazón de mis pecados

Mujer ardiente como el vinagre


Agathón: Pasajero lascivo

Amplitud tuya / mía

Amantes contemporáneos


Diotime: En este cuerpo carente de egolatría

Carente de adolescencia

Carente de ti que duermes y sueñas con peces


Sócrates: Los amantes se aman

En los calderos hierven tus sombras

Y uno a uno se atacan con sueños

Mudos


Diotime: Mis velos se hacen celestes , asequibles

Pienso en ti como el amante en la soledad


Sócrates. El amor dice: "Te amo Tanto"


Diotime.: En la línea manchada de mi vientre

Te engendro a ti en medio de mis gritos


Sócrates: Recorro la elipse y llego al templo


Diotime: ¡Que envidia temen los dioses!

Tu fantasma es vapor sobre el caldero


Sócrates: En tus manos crecen las hojas de laurel

En tus ojos se hunden los barcos erectos


Agathón: Duermo de día

Descubro que el tiempo es un animal que nos marea

Con su aliento de cicuta


Diotime: ¡Cuán alto pueden llegar las torres si son usadas para escudriñar el horizonte!

Llego a ti Bebo de tus infinitas prolongaciones

Me encuentro harapienta

Como un animal crucificado


Agathón: ¡Cuantas loas! Arañado por tus risas la tristeza duele más


Diotime: Aquél que está parado entre los dioses

Su mirada es más poderosa que el canto

Los amantes se cierran sobre él

Yo con mi rostro de vidente trato de encarcelarlo a mi pecho

Pero cae ardiendo sobre el polvo

Aquél que está parado entre los hombres

Me cubre cada noche con su piel blanca

Con sus mantos de mujer fecunda


Agathón: Lloro sobre él

Sobre su mirada de loco inocente

Sobre su reloj detenido de hemoglobina

Lloro por la separación de los hombres sin sombra

Sobre espectros de cuatro brazos

Lloro por las palpitantes heridas de sus espaldas


Diotime: De sabia luz nació la flamígera espada

Que ha de separarlos como la luz al día


Agathón: Lee de mis brazos

La sangre que cae escribiendo tus mapas

En la tierra de anchos caminos


Sócrates: Por que de estas palabras suyas se constituye el espíritu encarnado en el pecho hueco ¡A la salud de los héroes de pesada sombra!

Cavemos profundo en los cuerpos desnudos


(Diotime y Agathón observan todos los sepulcros, en sus gargantas se destila una gota ardiente de mercurio)



Sócrates: Convengamos pues que el amor es un demonio de fría espalda

Carente divaga como un muerto en los afluentes

Convengamos que sus dedos como caracoles

Dejan su rastro después de la lluvia

Y que con su paso mareado mea sobre nuestras cabezas


Agathón: Con sus astas nos alza en paños marchitos de sangre

Tauromaquia que nos mata

En el color rojo lanzado a la arena


Sócrates: Yo digo que la palabra adecuada a su vértigo es: Nada

Como la nada de los oídos bajo el agua


Diotime: Te hablo a ti Hombre de figura horizontal

En tu embarazo solar

En las escaleras de tus filósofos extraviados


Agathón: No hay encuentro

Sólo somos cenizas después de la catástrofe


Diotime: Le hablo a nadie

En los jardines los pájaros han regado sus muertos

Los ciegos han manchado los manuscritos


Sócrates: Oigo que han caído todos los reinos

Sus paredes vomitan nuevos sacramentos

La oreja del dios único sangra

¡Cuántos cuerpos destruidos sobre el campo!

¡Cuánto silencio gime en esos cuerpos!

Mi corazón se vuelve culebra

Mi alma anuncia tormenta

¡Detened el cortejo de relojes!


Diotime: Hombres viejos arrastrando sus cajones

Campos de trigo recién segados

La muerte –amarilla-

Teje sus nidos

Clava su puñal en el lomo de las bestias


( Sócrates se acerca a Diotime , en la mano derecha sostiene un corazón humano)


Sócrates: ¿ Cuál es la diferencia entre el latido y el suspiro?

¿Ejército dormido soñando que afila sus espadas?


Diotime: ¡Su sangre!


Agathón: ¡Sus fantasmas!


Sócrates: ¿Cuál es la diferencia entre el latido y el suspiro?

Mi mano estruja la vid y hace vino


Diotime: ¡Sus infartos!

¡Sus epilepsias infantiles!

¡Sus sobresaltos!


Agathón: ¡Sus vides amargas!

¡Sus máscaras de hielo!

¡Sus hermosos ahorcados!


Sócrates: Mis manos son la tinta de aquél

Que crece en el pecho como un cachorro de loba


Diotime: Mis pechos son los capullos de donde nacen sus mariposas de carne


Agathón: Mi carne es su cama

Dónde lo esperaré hasta completar mi sudario


Sócrates: Acaricio vuestras mentes coronadas

¡Cuantos hermosos marinos hemos perdido en sus estrechas callejuelas!


Agathón: Beso vuestras frentes amplias y peligrosas



Diotime: Con tu traje negro Dices que el amor existe

Dibujas con cenizas sobre el agua

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