El ojo del torero puede ver más.
Atravieza con velocidad el cuero del toro.
Se abre paso entre sus costillas.
Busca, curioso, más allá de sus carnes... más allá de su sangre...y observa a su animal totem,
su aliado más cercano dentro de la fauna de este mundo.
Entonces el torero toma al animal totem del toro por los cuernos, le arranca la cabeza y con ello arranca la del toro.
De la herida recíen abierta brota sangre, roja como las banderas de la pasión, oscura como las banderas de la pasión.
De aquel charco nace el nuevo toro, gracias al ojo del torero.
Atravieza con velocidad el cuero del toro.
Se abre paso entre sus costillas.
Busca, curioso, más allá de sus carnes... más allá de su sangre...y observa a su animal totem,
su aliado más cercano dentro de la fauna de este mundo.
Entonces el torero toma al animal totem del toro por los cuernos, le arranca la cabeza y con ello arranca la del toro.
De la herida recíen abierta brota sangre, roja como las banderas de la pasión, oscura como las banderas de la pasión.
De aquel charco nace el nuevo toro, gracias al ojo del torero.
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