viernes, 15 de agosto de 2008

Moralidad y Magia



El problema de la moralidad en la magia y la falta de ella en la Magia del Caos no es un problema para los magos en si pero si para aquellas personas a su alrededor. La moralidad, a fin de cuentas, no es nada más que un set de principios que, a menudo, pero no siempre, se espera sean acatados por aquellos que desean ser aceptados en un grupo, ya sea un pequeño culto religioso como el de los Amish o una sociedad civil más grande.

La magia, que trabaja con las energías crudas del cosmos y muchas entidades no físicas, actúa en un universo donde los principios de cualquier agrupación social humana determinada simplemente no tienen aplicación (al menos en la forma en que entendemos el término). Por ejemplo, si conjuro a la deidad Electricidad, a este dios no va a importarle si uso su energía para iluminar mi casa o electrocutar a mi vecino. La sociedad en la que vivo tendrá opiniones concretas y poderosas al respecto, pero la deidad no. La razón parecería relativamente simple. La conciencia que pone a funcionar el universo no le importa en absoluto la opinión social humana, si es que incluso sabe que tal cosa existe.

Los magos son también seres sociales. Y mientras a muchos de nosotros nos gustaría pensar que nos hemos librado completamente de las críticas sociales de nuestros vecinos , peor aun tenemos un montón de cosas dando vueltas dentro de nosotros y no nos podemos deshacer de ellas, ni queremos (los wiccanos ortodoxos, por ejemplo).

Ahora, explicar esto a alguien que no sea mago, puede ser casi imposible porque esa persona puede tener interiorizadas tantas reglas que el concepto de trabajar en una estructura libre de valores es para esa persona tan inconcebible o tan aterrador que resulta impensable. Por ejemplo, mis colegas Teósofos se enredaran a si mismos con nudos gordianos intelectuales intentando resolver los vericuetos del Karma y por ahí viene un mago del Caos que desata el nudo de la misma forma en que Alejandro el Grande lo hizo. Quien simplemente corta la soga diciendo que el Karma es una estupidez. Esto los pone algo nerviosos, pero ya que conocen al mago del Caos no se aterrorizan tanto como lo acostumbrado. Aun así, todavía viven un mundo donde el universo es dirigido de acuerdo con el sentimentalismo victoriano y se ponen muy molestos con cosas que otras personas consideran meramente pesadas o divertidas. No van a cambiar. Y como saben que no pueden cambiar al mago del Caos, han llegado a la conclusión de que es una pieza estimulante de herejía y que a ambos nos gusta la compañía mutua.

Parecería que los Caotas, siendo los locos anarquistas espirituales que son, nunca realmente se amoldarán a algún concepto impuesto de moralidad sino que más bien seguirán sus propios sistemas internos.

Tío Chuckie



Fuente
http://www.zonadecaos.com/

1 comentario:

Neya dijo...

Hola, gracias a ti tambien por el enlace en tu blog, me alegro que te gusten mis fotos de Bolivia, en realidad tengo muchas mas que no he tenido tiempo de subir, me gustò mucho tu paìs, es realmente bello en paisaje y en su gente, espero poder volver pronto. ¿tienes un correo electrònico donde te pueda enviar cosas?