lunes, 11 de agosto de 2008

Cómo se hace un ataque psíquico (por Luther Blissett)



1. Los ataques psíquicos también tienen sus precedentes, encuentran sus orígenes en toda una serie de tradiciones alternativas de lucha obrera. En el siglo XIX, los trabajadores en huelga de la industria textil piamontesa acostumbraban a reunirse a medianoche ante las casas de los esquiroles para cantarles un «miserere». Seguro que se llevaban un susto de muerte. En 1967, los yippies hicieron un intento de hacer levitar el Pentágono para ahuyentar los malos espíritus del militarismo y el nacionalismo. En 1993, la Alianza Neoísta boicoteó un concierto de Stockhausen en Brighton, Gran Bretaña, organizando una agresión psíquica que hizo levitar la sala de conciertos. Esta técnica de la guerrilla telekinética se ha visto últimamente perfeccionada por Luther Blisset. Las indicaciones siguientes reúnen las instrucciones fundamentales.

2. Haced público vuestro ataque con octavillas, declaraciones de prensa, carteles y todos los demás medios necesarios. Escoged un objetivo sensacional, pero no seáis previsibles en vuestras declaraciones. Si dais en el clavo, tenéis la posibilidad de ganaros la atención de los media sobre vuestra acción. Luther Blissett ha conseguido más veces de las que pensáis rodearse de problemas, dudas y dificultades.

3. También las personas que no se encuentran físicamente en la acción pueden tomar parte en el ataque psíquico, aun cuando la efectividad de vuestra acción depende de la visibilidad de los guerreros parapsicológicos.

4. En el momento acordado, os colocáis de uno en uno o en grupo ante el objetivo e intentáis imaginaros a vuestros enemigos con el cuello partido. Si esto os parece demasiado difícil, en lugar de eso quemáis una foto de las personas objetivo de la acción, mientras que proyectáis pensamientos asesinos sobre su imagen.

5. Levantad los brazos por encima de la cabeza, de tal manera que se toquen los codos y puños, y permaneced de pie con las piernas abiertas. Mantened unidos los puños durante el ataque. Respirad profundamente y luego soltad el aire, mientras que expeléis las palabras «llamada de Casandra». Repetid esto trece veces. Ahora ya estáis preparados.

6. Dirigid vuestras miradas al objetivo o en su dirección. Repetid en voz alta la sílaba «ohm», hasta que os sintáis iluminados. Si tenéis la sensación de que se os corta la respiración, no os preocupéis. No resulta peligroso continuar, pero aun cuando lo dejarais ahora, podéis estar seguros de que el ataque psíquico ha resultado, como mínimo, parcialmente exitoso y las personas contra las que se dirigía se han visto desmoralizadas por esta acción.

7. La acción ha de ser convocada y legitimada por Luther Blisset, pero para ello os basta con llamarme a mí, a Luther, a nosotros o a vosotros mismos.



más sobre Luther Blisset
http://www.lutherblissett.net/index_sp.html

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